La gestión adecuada de los residuos sanitarios es un aspecto crítico para la salud pública, el medio ambiente y la prevención de riesgos laborales. A medida que el sistema de salud evoluciona y se enfrenta a nuevos desafíos, (nuevas enfermedades, nuevos materiales, nuevos procedimientos), la correcta gestión de estos residuos se vuelve aún más esencial.
Los residuos sanitarios que, incluyen materiales contaminados, productos farmacéuticos, agentes químicos, citostáticos y desechos biológicos, pueden representar un riesgo significativo para la salud si no se gestionan adecuadamente. La exposición a estos residuos puede provocar infecciones, enfermedades y otros problemas de salud tanto en el personal sanitario como en la comunidad en general.
España cuenta con una legislación específica que regula la gestión de residuos sanitarios, alineada con las directrices de la Unión Europea. Cumplir con estas normativas no solo es una obligación legal, sino que también garantiza que se sigan las mejores prácticas en la gestión de residuos, minimizando así los riesgos asociados.
La inadecuada gestión de residuos sanitarios puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, contaminando suelos, aguas y ecosistemas. Implementar un sistema de gestión eficiente ayuda a reducir la huella ecológica del sector sanitario y promueve la sostenibilidad ambiental.