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La Fundación Isabel Gemio y el IIS La Fe firman un convenio para aplicar la edición genética en la investigación de la distrofia muscular de Duchenne

  • El objetivo es corregir, gracias a la herramienta CRISPR-Cas9, la mutación del gen de la distrofina causante de esta enfermedad rara.
     
  • La Fundación Isabel Gemio financiará con 150.000 euros la investigación dirigida por el doctor Juan Vílchez del Hospital La Fe.



València (13.07.18). La Fundación Isabel Gemio y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) han firmado un convenio de colaboración para desarrollar un proyecto de investigación que contribuirá a acelerar el conocimiento y el tratamiento de la distrofia muscular de Duchenne.

 

Isabel Gemio, presidenta de la Fundación Isabel Gemio y el responsable del Grupo de Investigación en Patología Neuromuscular y Ataxias y jefe del servicio de Neurología del Hospital Politècnic i Universitari La Fe, el doctor Juan Vílchez, han firmado este convenio de colaboración con el que se impulsará el trabajo ‘Tratamiento de a distrofia muscular de Duchenne induciendo una una megadeleción de exones 45-55 en el gen Dys utilizando el sistema Crispr-Cas9.


Corta pega genético para reparar la distrofina


El objetivo de este proyecto es tratar a los pacientes con distrofia muscular de Duchenne que tienen cualquier tipo de mutación en la región del gen de la distrofina comprendido entre los exones 45 y 55 y que supone un 60 % de todos los casos conocidos de dicha enfermedad.


Utilizando el sistema de edición génica Crispr-Cas9, el trabajo del Grupo de investigación en Patología Neuromuscular y Ataxias consistirá en inducir una megadeleción de los exones 45-55, tomando como molde un modelo de deleción natural que ocurre en pacientes asintomáticos, con el fin de restaurar la pauta de lectura del gen Dys en pacientes con mutaciones entre estos 10 exones.


Las distrofinopatías son enfermedades neuromusculares que se producen por mutaciones en un único gen. La más frecuente es la distrofia muscular de Duchenne que, con una incidencia de 1 de cada 3.500 niños varones, es una de las enfermedades raras más habituales. Con menor frecuencia y síntomas más leves, se conoce a la distrofia muscular seudohipertrófica benigna o distrofia muscular de Becker, una forma distrofia muscular que evoluciona más despacio y es menos común.


En estas dos enfermedades neuromusculares degenerativas, la deficiencia de distrofina desencadena una cascada de degeneración en el músculo. La distrofina es una proteína muy importante en la estabilización y protección de las fibras musculares. Se encarga de estabilizar las membranas de las células musculares y de conectar el citoesqueleto con la matriz extracelular. La mutación en este gen tiene que ver con cambio de la pauta de lectura que da lugar una proteína anómala que no se pliega bien y acaba siendo degradada. Así, las células musculares degeneran, mueren paulatinamente y las fibras musculares acaban sustituyéndose por tejido adiposo o por colágeno.


En el caso de la distrofia muscula de Duchenne, la ausencia de distrofina es total, mientras que en la de Becker es parcial. La distrofia muscular de Becker, en este sentido, es un paradigma para la enfermedad y la tecnología CRISPR-Cas9 actúa como un bisturí molecular que consigue cortar la parte del gen dañada en distrofia muscular de Duchenne y repararla con fragmentos de la mutación benigna de la distrofia muscular de Becker.


El doctor Vílchez asegura que ‘este abordaje de la enfermedad, hace unos años, era impensable porque no teníamos a nuestra disposición una herramienta tan potente como la tecnología CRISPR-Cas9'. Esta técnica de edición genética repara la mutación del gen causante de la enfermedad y es capaz de corregir y editar el genoma de cualquier célula empleando el sistema corta-pega, eliminando la zona de la hebra de ADN donde se encuentra la mutación dañina.


‘El objetivo, ahora, es buscar en la terapia génica el modelo que imite perfectamente la forma benigna de la distrofia muscular de Becker en pacientes con distrofia muscular de Duchenne para mejorar su calidad de vida', explica el doctor Juan Vílchez.


Una enfermedad rara, pero habitual


La distrofia muscular de Duchenne es la distrofia muscular más común diagnosticada durante la infancia. Es una enfermedad que limita seriamente la vida de los pacientes. Afecta a 1 de cada 3.500 niños en todo el mundo y cada año se diagnostican unos 20.000 casos.


La distrofia muscular de Duchenne es una forma de distrofia muscular que provoca debilidad y pérdida del tejido muscular y que avanza rápidamente. Los pacientes pierden el movimiento de las extremidades, y otros músculos, como el diafragma y el corazón, también resultan afectados.


La distrofia de Duchenne afecta con mayor frecuencia a los niños ya que tiene un patrón de herencia de tipo recesivo ligada al cromosoma X. Los hijos de mujeres portadoras de la enfermedad tienen cada uno un 50% de probabilidades de tener la enfermedad y las hijas tienen, cada una, un 50% de probabilidades de ser portadoras, pero no es habitual que las niñas padezcan la enfermedad.


Actualmente no existe cura o tratamiento definitivo. Se utilizan tratamientos paliativos como la terapia física, ocupacional y respiratoria para mejorar algunos de los síntomas. La esperanza de vida se sitúa entre los 30 y los 40 años.
 


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