Consideramos la docencia como un proceso y tenemos perfectamente identificados nuestros agentes de interés en la formación de grado, postgrado, especializada y continuada tanto del personal sanitario, facultativo o no, como del no sanitario.

 

 

Formación de grado

Cada año recibimos 160 estudiantes de Medicina (80 de 5º y 80 de 6º), 10 estudiantes de enfermería y 8 estudiantes de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE).

 

 

Formación especializada

Nuestra unidad fue acreditada en 2020 por el Ministerio de Sanidad como Unidad Docente Multiprofesional de Obstetricia y Ginecología, para la formación de 5 MIR y 5 EIR de Obstetricia y Ginecología anualmente.

En total, en el Area de la Mujer se están formando 20 médicos y médicas residentes de Obstetricia y Ginecología y 10 residentes de enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matronas).

El programa de formación de residentes está acreditado por la European Board and College of Obstetrics and Gynecology desde 2015. Y desde 2016, la Unidad de Onco-Ginecología está acreditada por el ESGO para la formación de subespecialistas.

 

 

Desarrollo Profesional Continuo o Formación continuada

Nuestro plan de formación comprende todas las actividades formativas  impartidas y recibidas, tanto internas como externas.

 

 

 

Tenemos un programa de sesiones clínicas acreditado por la Comisión de Formación Continuada de la CV desde hace 16 años. con de más de 100 horas anuales en las últimas ediciones que, gracias a la pandemia, realizamos online conjuntamente con nuestros compañeros del Hospital Clínico. Además, se celebran otras sesiones en las distintas unidades, y numerosas Jornadas y Cursos.

 

El Desarrollo Profesional Continuo (DPC) se caracteriza por:

• Se desarrolla a lo largo de toda la vida profesional.

• Es autodirigido y no supervisado, el responsable es el profesional, que dirige el ciclo formativo y toma la iniciativa para identificar sus necesidades de manera constante, no se establece en un momento concreto. Por tanto, siempre hay una oportunidad de mejora y cada profesional se convierte en una fuente constante de garantía de calidad.

 

• Responde a un modelo profesional (resolución de problemas), no a un modelo académico (profundizar en los conocimientos), aunque se considera un elemento más.

• El objetivo final es la mejora en el ejercicio, más que el reconocimiento de la competencia profesional.

• Incorpora la Metodología de Educación de Adultos (MEA) que es más efectiva en el aprendizaje que otros métodos clásicos para mejorar la práctica profesional.

• Coloca al profesional en una dinámica de mejora continua, convirtiéndole en un elemento clave para el sistema de salud, para el sistema y para él mismo, protegiendo de errores y burn out.

La identificación de las mejoras en nuestro entorno de trabajo se convierte en una actitud. 

 

Las acciones formativas y la identificación de cambios en la práctica clínica son incorporados a los procesos y protocolos del servicio, que son periódicamente revisados y actualizados. 

 

Con todo ello, se ha desarrollado una cultura de aprendizaje caracterizada por una visión:

• Realista, moderna e innovadora
• Compartida y de futuro
• Multifactorial y multidisciplinar
• Aprendizaje en equipo