La Fe

Servicio de Reumatología

Lupus Eritematoso Sistémico (LES)

El Lupus se encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes. El sistema inmunológico del cuerpo normalmente produce proteínas llamadas anticuerpos para proteger al organismo de virus, bacterias y otras sustancias extrañas.

En una enfermedad autoinmune como el Lupus, el sistema inmunológico se “confunde” y no diferencia entre las partículas extrañas (antígenos) y las propias células o tejidos, y produce anticuerpos “contra sí mismo”. A estos anticuerpos se les llama “autoanticuerpos”, y se unen con los antígenos propios formando unos complejos inmunes que son los que causan la inflamación y el daño en los tejidos.

La prevalencia en España se estima en unos 10 casos de Lupus por cada 100.000 habitantes. Esta patología se puede presentar a cualquier edad, pero lo más frecuente es que se inicie en la juventud.

El Lupus Eritematoso Sistémico es, además, como su nombre indica, una enfermedad sistémica. Esto quiere decir que puede afectar a múltiples órganos (piel, articulaciones, riñones, corazón, pulmones entre otros), pero la mitad de los y las pacientes con Lupus tienen afectación casi exclusiva de la piel y las articulaciones. La sintomatología cutánea típicamente se agrava con la exposición a la luz solar, por lo que los y las enfermas de lupus deben emplear una adecuada fotoprotección solar.

El Lupus es una enfermedad inflamatoria crónica, es decir, produce inflamación de los órganos afectados y persiste durante un largo periodo de tiempo, lo que podría significar durante toda la vida. No obstante, el Lupus se manifiesta alternando periodos de mayor actividad o más síntomas (exacerbación) con otros de inactividad (remisión).

Un diagnóstico precoz y el adecuado tratamiento de la enfermedad son importantes para conseguir el control de la enfermedad.