La actitud del personal de UCIP, ante un niño/a con capacidad de entender es explicarle lo que se le va a hacer, comentándole lo dolorosas o molestas que son determinadas exploraciones, haciéndoles partícipes de su tratamiento y cuidado en la medida que sea posible (según edad y estado de salud) y manteniendo en todo momento una buena comunicación con el niño/a. Tenemos el compromiso de dar cumplimiento a las obligaciones y las promesas que hayamos contraído con el niño.
- - Apoyo al niño/a enfermo por medio de actitudes y acciones que muestran interés por su bienestar y su aceptación como persona.
- - Apoyo a la familia estableciendo una comunicación fluida, honesta, receptiva, escuchando sus inquietudes, respondiendo a sus preguntas y demostrando una actitud de respeto y consideración. Trasmitir seguridad: actitud próxima, tranquila, y disponibilidad en todo momento.
- - En la cabecera de la torre del puesto del niño/a colocamos un cartel decorado con motivos infantiles con el nombre del niño/a para facilitar la comunicación.
- - Los profesionales de UCIP nos presentamos al niño/a (según edad y estado de salud) y a sus padres y familia, facilitando nuestro nombre y cualificación profesional.
Valoración y control del dolor en el niño/a: Identificando la causa que lo produce, se trata el dolor total (físico, psicosocial, emocional y espiritual), se administra las dosis de analgésicos de forma individualizada según las características e intensidad del dolor y se procura la máxima eficacia, con los mínimos efectos secundarios y evitando en lo posible la vía intramuscular y los procedimientos dolorosos.
Valoración del riesgo de úlceras por presión (UPP) en el niño crítico mediante escalas validadas y prevención de UPP mediante los tres pilares básicos: cuidados de la piel, la nutrición y el manejo de la presión.
Se ofrece el máximo grado de bienestar posible para el niño y su familia, incluyendo los ámbitos físico, psicológico y espiritual.
- - Facilitamos que el niño/a y los padres puedan expresar sus temores, sentimientos, …
- - Respetamos los momentos de retraimiento sin forzar la comunicación, mostrando respeto, una actitud comprensiva, afecto y cariño.
- - Controlamos en todo momento el dolor y los síntomas de agonía, con todos los alivios médicos adecuados, manteniendo los cuidados de enfermería y los consuelos humanos posibles, evitando el sufrimiento del paciente.
- -Ayudando a que los padres a pesar del sufrimiento den permiso al menor para morir o si ellos no son capaces, permitir que lo haga una persona allegada para no alargar el sufrimiento de éste, sobre todo en patologías crónicas y niños mayores.
- - Certificar médicamente el momento de la muerte.
- - Ofrecer la opción de participar en el arreglo del niño una vez realizados los cuidados básicos post-mortem.
- - Dar las indicaciones oportunas para la ejecución de los trámites administrativos que se requieren en estos casos (funeraria, autopsia, donación de órganos).
- - En nuestra unidad disponemos de una sala de duelo donde los padres y familiares pueden despedirse del niño/a.