La Fe

Servicio de Reumatología

Espondilitis Anquilosante

La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, las cuales tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de la movilidad. A medida que la enfermedad progresa, se produce una pérdida de flexibilidad de la columna, quedando rígida y fusionada. Durante los brotes o ataques de inflamación articular, la enfermedad también puede afectar a articulaciones periféricas como los hombros, las rodillas o los tobillos.

Es una enfermedad relativamente frecuente, se calcula una incidencia de unos 7 casos nuevos por cada 100.000 habitantes al año. La Espondilitis Anquilosante suele aparece en varones en la década entre los 30 y 40 años de edad, siendo menos frecuente y más leve en mujeres.

El síntoma principal de la Espondilitis Anquilosante es el la lumbalgia o dolor lumbar. Este dolor lumbar suele presentarse con unas características típicas que en Reumatología se denomina como “de ritmo inflamatorio”. Se trata de un dolor lumbar recurrente, que típicamente empeora por las mañanas y en las últimas horas de la tarde, suele mejorar con el ejercicio físico y empeorar con el reposo y responde a antiinflamatorios. Los y las pacientes suelen presentar por las mañanas o después de largos periodos de reposo, rigidez de la columna lumbar con dificultad para la movilidad de la misma y dolor.

La Espondilitis Anquilosante está clasificada dentro del grupo de las Espondiloartropatías o Espondiloartritis. Dentro de este grupo se incluyen en la actualidad: espondilitis anquilosante, artritis reactivas, Artritis Psoriásica, artritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal y las Espondiloartritis indiferenciadas.

La causa de estas enfermedades es desconocida, no obstante, se sabe que la genética juega un papel importante en favorecer su aparición, tanto es así que la familia de pacientes con espondiloartritis tienen un riesgo superior de padecer la enfermedad frente a la población general.

Actualmente existen tratamientos que permiten frenar la progresión de la enfermedad y posibilitan a los pacientes llevar una vida completamente normal. Un pilar fundamental dentro del tratamiento es realizar ejercicio físico de manera regular.